El período de prácticas realizado me ha enriquecido muchísimo no sólo desde el punto de vista académico sino personal y profesional. Son varias las conclusiones a las que he llegado tras el análisis de mi experiencia:
La intervención del psicólogo/orientador en este centro de Educación Especial se fundamenta en un modelo
colaborativo en el que se intenta buscar el origen de las dificultades
del alumno/a en el contexto, en las interacciones en las que participa para
conocer las estrategias/procedimientos que utiliza y el tipo de ayudas que
precisa para una óptima adaptación/evolución personal y académica. Es un asesor
constructivista, que trata de potenciar el buen funcionamiento del centro
impulsando la coordinación entre los diferentes recursos del centro, prevaleciendo la intervención indirecta a través y en colaboración del profesorado del alumnado, contribuyendo así a mejorar la calidad de la respuesta educativa que se ofrece al alumnado.
La intervención psicopedagógica descrita a lo
largo de mi período prácticas se fundamenta en una concepción de las
dificultades que presentan los/as alumnos/as, según la cual éstas se deben explicar a partir de las interacciones
específicas que se producen entre los diferentes factores presentes en un
contexto concreto; así, el asesor identifica y valora cuáles son los factores
interactivos que influyen en el origen y mantenimiento de las dificultades del alumno/a para
participar de las demandas de la vida en sociedad (ésta ha sido la problemática
central de las demandas de parte de los/as tutores/as: conductas
desadaptativas) e intervenir tratando de cambiar estos factores con la ayuda y
colaboración de los agentes que junto al alumnado individualmente considerado,
los pone en marcha; la intervención psicopedagógica puedo concluir que se ha
apoyado en un enfoque integrador.
Puedo concluir aquí una intervención que se
caracteriza fundamentalmente por:
Impulsar una eficiente interacción entre el
alumnado y el resto de agentes educativos (CONTEXTUAL).
Intenta incidir sobre aquellos factores que
parecen regular la conducta del alumno/a (GLOBAL).
Centrada en todos los contextos en los que se
manifiesta y mantiene las actuaciones
del alumno/a (INTERNA).
Por último, ha habido voluntad por parte del
orientador de consensuar sus intervenciones con los diferentes agentes
implicados (profesores/familia), en los diferentes contextos (escolares y
extraescolares/familiares) y en relación a diferentes actividades (académicas
y/o cotidianas), si bien, esta voluntad de activar la implicación colectiva le
ha resultado extremadamente difícil con las familias de los/as alumnos/as
(EXTENSIVA).
Teniendo en cuenta la finalidad que persigue
la intervención del psicólogo/orientador en la mayoría de las demandas
descritas, puedo concluir que la intervención de carácter REMEDIAL se combina
con la PREVENTIVA; en el primero de los casos, busca “remedios” para
satisfacer las demandas que puntualmente recibe, que en muchos de los casos han
estado relacionadas con alumnos/as individualmente considerados aunque también
se ha ocupado de divulgar temas de interés para profesores (salidas
profesionales de los/as alumnos/as al finalizar PTVAL, programas de
Estimulación Basal, proyecto de Escolarización Combinada…). La consecución de
estas finalidades ha estado siempre respaldada por un exhaustivo diagnóstico.
El carácter PREVENTIVO también ha quedado
patente en la intervención del psicólogo/orientador , y muestra de ello está en
la colaboración que ha tenido con el equipo directivo en general y el equipo
docente en particular para que alcancen sus objetivos globalmente considerados
y encaminados a ofrecer una enseñanza de calidad a todo el alumnado; algunas de
las tareas que ha llevado a cabo que ponen de manifiesto lo expuesto:
orientar/asesorar sobre los agrupamientos del alumnado, sobre pautas de
actuación a nivel de aula para integrar al nuevo alumnado, ha participado
activamente en el proyecto de escolarización combinada que suponen una mejora
tanto para el alumnado como para el centro… Se integra en la dinámica del
centro coordinando actuaciones colaborativamente.
Los ámbitos de intervención han sido tan
variados como las demandas en sí mismas que ha recibido: al tratarse un centro
de educación especial, la intervención se ha centrado en las necesidades
educativas especiales del alumnado y en conexión con ello ha abordado otras
demandas del profesorado y el equipo directivo encaminadas a mejorar la
respuesta educativa a aquel alumnado tanto a nivel de aula como de centro
(demanda de programas de intervención a nivel de aula, por ejemplo:
“Estimulación Basal”, demandas de planes de intervención a nivel de centro
“programa de control de esfínteres”, “Proyecto de Escolarización Combinada”,
intervención individualizada con el alumnado counseling).
Considerando el modelo de asesoramiento he de
señalar que la intervención basada en el counseling
en este centro beneficia a muy pocos alumnos/as (sólo a los de PTVAL) y se centra
únicamente en problemas de ámbito afectivo. En el caso en el que he visto que
se ha llevado a cabo he podido comprobar que contempla la intervención en
variables contextuales a través de directrices no formales al profesorado (lo
que desde mi punto de vista no tiene ninguna consistencia ya que no se ha
buscado ni el compromiso de los agentes que intervienen con el alumno, ni se han
definido metas de actuación ni objetivos comunes…), si bien en todos los demás
casos de intervención, no encuadrados en este modelo de intervención, sí que he
constatado una intervención colaborativa e integradora. De aquí el
inconveniente que deduzco de este tipo de intervención (counseling): que los
cambios que ciertamente se han producido en la conducta del alumno sean
efímeros por la influencia de la multitud de variables que devienen en el día a
día en los diferentes contextos en los que participa, y sobre los que no se ha
planificado una sólida intervención.
El que el psicopedagogo forme parte del
centro considero que tiene muchas ventajas, ya que conoce muy bien la dinámica
del mismo y las relaciones entre los diferentes actores además le sitúa en una
situación ideal para el seguimiento de las diferentes propuestas de actuación
que pone en marcha. El principal inconveniente que le veo es que profesorado y
especialista son un equipo de profesionales que llevan trabajando juntos muchos
años y en ocasiones las relaciones personales subyacentes a la intervención no
siempre facilitan el trabajo al asesor; en este sentido he de resaltar la
capacidad de diálogo y negociación que tiene mi tutor de prácticas ya que le
han permitido en no pocas ocasiones llevar a buen término los acuerdos
inicialmente alcanzados y que por el camino
han corrido el riesgo de diluirse.
En el desarrollo de esta primera parte de mis
prácticas de psicopedagogía el bagaje de conocimientos adquirido a través de
diferentes materias de este segundo ciclo de psicopedagogía, me ha facilitado
comprender mejor la intervención descrita a lo largo de este diario. Así,
gracias a los recursos a los que me ha dado acceso la materia “Modelos de Orientación e intervención
psicopedagógica” he podido interpretar el modelo de intervención
psicopedagógica que fundamenta la actuación de mi tutor y me ha permitido
situarlo en la perspectiva colaborativa.
También me ha permitido reflexionar sobre las finalidades de su intervención y
los ámbitos en los que ha actuado, valorando el tipo de relación que ha
establecido con los diferentes agentes implicados en las demandas que le han
propuesto. Otra materia de gran utilidad ha sido “Análisis de casos”, los conocimientos adquiridos a través de la
práctica impulsada por esta materia me ha permitido sacar provecho de las
sesiones de los jueves, en las que he valorado diferentes líneas de actuación
en base a infinidad de casos analizados; “Diagnóstico
en educación” es otra de las materias que me ha permitido analizar
razonadamente no sólo el contenido de los diferentes informes psicopedagógicos
sino además las intervenciones individualizadas que se han realizado en los
diferentes casos; el diagnóstico he podido constatar que juega un papel
determinante en la intervención en el ámbito de las necesidades educativas
especiales.
La práctica descrita a lo largo de mi diario de prácticas me ha proporcionado
los fundamentos necesarios para reflexionar sobre mi propia práctica
profesional.
Mi participación durante este período de
prácticas ha sido fundamentalmente de observación y seguimiento; puntualmente
he actuado con supervisión, como aconteció en la actualización del Proyecto de
Escolarización Combinada, en el diseñé, bajo la supervisión de mi tutor las
directrices de actuación. De esta experiencia y de las intervenciones
analizadas, puedo concluir que en el contexto me ocupa las problemáticas que se
presentan son tan dinámicas y cambiantes, que se hace necesario actuar en base
a una metodología en la que la intervención parte de la planificación, continúa con la implementación de las actuaciones planificadas, se observan los resultados
y a partir de su análisis se concluyen directrices que influyen directamente
sobre la planificación de partida, lo que lleva a una retroalimentación
constante y a una práctica reflexiva (investigación-acción).
Las experiencias descritas en mi diario ponen
de manifiesto la consecución de las competencias y objetivos que preveía
desarrollar a través de esta materia.
Por un lado, me ha impulsado a recopilar información teórica y
legislativa sobre el ámbito de intervención escolar, y más concretamente de la educación
especial, por otro lado he aprendido a analizar de forma global la actividad
psicopedagógica que se lleva a cabo en el ámbito que me ocupa y de forma más
concreta, aplicar un modelo de análisis del contexto de asesoramiento (Monereo,
C.; Castelló, M. (2004)) del que he podido concluir el modelo de intervención
que guía la práctica de la que he participado. Con esta práctica he alimentado mi capacidad
de descripción y análisis de las diferentes situaciones/demandas. Con la
experiencia de colaboración en el diseño del Proyecto de Escolarización Combinada,
he puesto en marcha mi capacidad para elaborar un proyecto que responde a una
demanda concreta, por falta de tiempo no lo he podido implementar ni evaluar,
aunque ambas actuaciones están planificadas. El desarrollo de las competencias
descritas me ha hecho avanzar hacia los objetivos de la materia, así, me ha
permitido posicionarme en un modelo de intervención colaborativo,
autoreflexivo, como el más idóneo para lograr una eficaz intervención
psicopedagógica. La diversidad de situaciones vivenciadas, han vehiculado mi
reflexión sobre las funciones y responsabilidades del psicopedagogo en el
ámbito escolar.
Para concluir, haré referencia a Fernández Sierra
cuya aportación se ha de tener muy presente si queremos que nuestra intervención
psicopedagógica tenga éxito…
“Cada
centro de enseñanza, cada aula, cada equipo de profesionales, cada grupo de
alumnos/as… son tan singulares y cada ambiente y contexto tan diferentes que
las generalidades son poco útiles”. Fernández Sierra (1995) pág. 54.
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